jueves, 8 de septiembre de 2016

Día 2: Kyoto


Nos hemos despertado muy tarde, necesitabamos dormir. Hemos hecho un desayuno/comida  en el apartamento, y nos hemos ido a explorar Kyoto.


 Ayer estábamos cansados, y el choque cultural fue grande. Hoy hemos pasado un día estupendo. Ya tenemos controlados los transportes, y nos hacemos entender bastante bien. La gente no habla casi inglés, aunque en la mayoría de los sitios hay menús traducidos o escaparates en la puerta con comida de plástico bastante real. Es curioso ver la modernidad antigua de esta ciudad. Por ejemplo, en los baños: todos los lavabos tienen sensores, en el wc botones para activar diferentes chorritos, y correspondiente secado, pero se nota que son baños de hace 20 años. 

Era hora punta en la ciudad, había muchos niños que salían del colegio, todos uniformados. Las niñas llevan un lazo o una corbata en el cuello, y todas sonríen y saludan a Luk.

Hemos cogido el bus para ir a el Kinkakuji Temple. Es un templo precioso, tiene reliquias de Buda. Está decorado con pan de oro por fuera, y situado en el centro de unos jardines preciosos y muy cuidados. Hay casas pequeñas por todo el jardín, la mayoría pequeños templos, o casas para la ceremonia del Te. Los visitantes son Japoneses, hay varios grupos de escolares, la mayoría niñas, que se vuelven locas con Luk. Creo que ya tiene su propio club de fans. Nos han esperado a la salida del templo para presentarse en un perfecto inglés, y saludarnos. Nos piden si pueden hacernos una entrevista y hacerse una foto con nosotros. Son encantadoras, algunas muy vergonzosas.

Ayer también nos querían entrevistar unos periodistas de la tele en el aeropuerto, pero después de  un viaje tan largo, y del primer choque cultural, la verdad que no nos parecía buena idea.

Es mi primera vez en Asia, es raro sentirte casi el único occidental. Hemos visto pocos turistas, los que vemos son españoles, o de habla Hispana.

Cada día aprendemos más cosas en Japonés, y nuestros intentos son recibidos con sonrisas. Luk dice arigato (gracias) muy bien, y a la gente le encanta. Creo que viajar con él nos abre más puertas, la gente se acerca a decirle cosas. Ayer nos dejaron entrar en el apartamento casi 4 horas antes de la hora oficial, y creo que era porque íbamos con Luk. Nadie nos mira mal si grita en un restaurante, les parece muy cómico.


Hemos merendado en un sitio de lo más curioso cerca del templo, una especie de salón de te a la japonesa, el señor era muy mayor, y nos ha atendido de maravilla. 

Ayer estuvimos cenando en el centro de Kyoto, una zona muy comercial con grandes tiendas en las calles principales. Entre las callecitas del mismo barrio todas las tiendas, bares y restaurantes son tradicionales y antiguos, es un contraste muy grande.

Hoy hemos vuelto a la misma zona, ayer llovía mucho y la calle estaba medio vacía, hoy había refrescado y hacía una noche estupenda, con mucho ambiente y casi todo estaba abierto a las 20:30.

Mañana saldremos del apartamento pronto para ir a Koyasan, ciudad pequeña importante porque es donde nació el budismo, es un centro de peregrinación con templos muy famosos. Dormiremos en uno de los monasterios de monjes budistas, y creo que no tendremos wifi, así que el diario del día 3 lo publicaremos con retraso.







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