domingo, 18 de septiembre de 2016

Día 12: Tokyo


Hemos dormido mucho mejor de lo que esperaba porque hay como 6 horas en las que no circulan trenes.

Ya que nos toca madrugar, aprovechamos el día, antes de que nos cambien de apartamento. Estamos en el barrio Akiabara, es el distrito para los fans del manga.

Nos vamos a visitar el templo del barrio de Asakusa.  Hoy es domingo y está lleno de gente. Hay un mercadillo a la entrada del templo, y un jardín por detrás, que como siempre está muy cuidado, y tiene enormes peces de colores.



Nos perdemos por la calles donde hay pequeños comercios. Por fin encontramos una frutería con precios razonables. 

Volvemos a nuestro barrio a pasear y descansar antes de cambiarnos al nuevo apartamento. Es fin de semana y casi no se puede andar por la calle de la cantidad de gente que hay. Todos los edificios tienen grandes pantallas con diferentes anuncios a todo volumen: anuncios de Manga o grupos de colegialas bailando.

Hay toda clase de comercios relacionados con la tecnología, y sobretodo del mundo Manga. 

Hay una clase de salones de juego con traga perras y máquinas de juego de color rosa, y llena de dibujos Manga de colegialas. De hecho la calles está llena de chicas vestidas con uniformes y haciendo publicidad de diferentes locales, la mayoría Maids café: bares donde sirven este tipo de chicas.




Hay otros bares peculiares, como los que bares con gatos, pagas por acariciarlos mientras te tomas un café. Nos parece una buena idea para ir con Luk, pero en la puerta no nos dejan entrar porque no permiten la entrada a niños, le pedimos si por lo menos podemos ver los gatos, y nos dicen que no. Nos parecía una idea más para niños, y resulta que es de adultos, estamos alucinados. 

Os cuento más anécdotas de estos días:

- No todos los bares y restaurantes están a pie de calle, hay algunos en el segundo o tercer piso de edificios, sales del ascensor y estás directamente en el bar, nos ha parecido curioso

- No hay cambiadores en casi ningún sitio, a diferencia de Holanda. Los pocos lugares que tienen cambiador suelen ser grandes y cómodos, e incluso suelen tener una trona en la pared para dejar al bebe de manera segura mientras tu usas el baño.

- No hay muchos bebes, los pocos que hay casi siempre los llevan en mochilas, y los carros que vemos son de los ligeros, y fáciles de plegar.

- Los revisores de los trenes hacen una inclinación, cada vez que entran y salen de un vagón.

- La gente se sorprende cuando les decimos que somos de diferentes países.

Ya tenemos nuevo apartamento, más pequeño de los esperado, pero sin ruido ni trenes. Hay que adaptarse. Estamos contentos, en el mismo barrio pero una zona tranquila y con supermecados, y sin ruido! Domiremos en futones, que son más cómodos de lo esperado. Mañana os seguimos contando anécdotas de nuestro viaje!




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