Siempre me pongo un poco nerviosa antes de viajar,
me pasa desde que era pequeña, y desde que tengo un hijo, mucho más. Mi primera
excursión de más de 1 día fue cuando tenía 9 años. Se organizaban unas
olimpiadas escolares y duraban todo el fin de semana. Era la primera vez que
iba a dormir fuera de casa, me habían seleccionado para competir en la prueba
de carrera de obstáculos. Soy la tercera de cuatro hermanas, y esta vez no iba
a heredar ni la mochila ni el saco, mis padres me llevaron a una tienda y pude
elegir todo el equipamiento que necesitaba, la mochila, el saco y la esterilla. Una semana antes del viaje lo tenía todo
preparado, y no me salté ni un entrenamiento. La noche antes del viaje no pude
dormir. Estaba tan nerviosa que me empecé a encontrar mal, y por la mañana
estaba tan enferma que no pude ir al viaje.
Empieza la primera aventura en familia, y empieza nuestro diario de viaje.
Desde entonces, cada viaje que he planificado me
pone nerviosa, hasta que no estoy sentada en el avión/tren/coche/bus que me
llevará a mi destino, no me relajo. Siempre tengo la sensación de que algo va a
pasar a última hora que no me va a permitir hacer el viaje. Si tenemos en
cuenta que vivo fuera de España, y suelo viajar casi todos los meses, se puede
decir que mi vida es un poco estresante.
Empieza la primera aventura en familia, y empieza nuestro diario de viaje.
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