sábado, 17 de septiembre de 2016

Día 11: camino a Tokyo


Último traslado a nuestra próxima "casa" en Tokyo. Volvemos a coger el tren bala o Sinkansen. La
Estación está llena de gente, muchos vestidos con la equipación del equipo de baseball de la ciudad, que es muy popular, y lo encontramos por todas partes, sospechamos que hay partido.

Os cuento más anécdotas, hoy que vuelvo a tener tiempo en el tren:

- Hay muchos niños pequeños que van solos en tren, metro y bus a la escuela, pequeños como de 7 años, aunque es difícil estar seguro de la edad que tienen.

- No hay papeleras, es increíble pero cierto, nos hemos recorrido kilometros con nuestra basura, menos mal que no nos ha tocado cargar con pañales con pastelito.

- Reciclan

- Los taxis de Hiroshima tienen los respaldos, y reposa cabezas forrados de pañitos de encaje

- Los parking: hemos visto se 3 tipos: edificios enteros a los que se accede en ascensor con el propio coche. Una especie de estantería metálica donde se apilan los coches. Aparcamientos en la calle en los que se sube una especie de plataforma de hierro en mitad del coche para que quede bloqueado.

- Tengo un sentimiento raro desde el primer día. Hace 3 meses que visité Perú por primera vez, y tengo la sensación de que hay muchas influencias de la cultura japonesa en Perú. Mi hermana vive allí, y por las cosas que lee en este diario, me confirma mis sospechas.

- Los japoneses tiene una increíble capacidad para poder dormirse, o por lo menos descansan los ojos, en cualquier sala de espera de trenes, o medio de transporte, vemos gente durmiendo un rato, en unas posiciones un tanto incomodas.


La llegada a Tokyo es impactante, me siento como el primer día que llegamos a Kyoto, es como visitar otro país comparado con lo que ya conocemos: hay muchísima gente por todas partes, mucha luz y música alta en todos los comercios, una locura. Estamos cansados del tren, aunque ha sido más corto de lo esperado. Hace menos calor, pero la humedad es más alta.

Tenemos un apartamento cerca de la estación, pero hemos negociado que mañana nos cambien, está tan cerca, que estamos rodeados por 3 vías de tren, es una locura el ruido, y es incómodo que no tenga ascensor para un tercero, porque el apartamento está muy bien y es grande. Otro percance, a Luk le han puesto cuna en lugar de cama, pero es tan pequeña que no entra, así que  duerme con nosotros.

Mañana será otro día, que suerte tenemos que nos cambian.





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